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Toxicity in the world of Software Developers

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It’s been a long time since I wrote an article, but a bad experience on Stack Overflow this weekend has made me think. I have read about the subject and I see that I am not alone in the matter that I expose in the title.

As I say, I have read about it, I have suffered it more times, I have seen it as a simple spectator, and I will give my humble opinion of a beginner developer but with a certain age to have drawn certain conclusions from my social interactions, and my short experience as a programmer.

Computing world is, like any other where humans are involved, full of different people. Many times I found talented people willing to help, but many others I found those who give programmers the fame of being individuals who are not able to communicate and have healthy human relationships (and thus, they are much more bad programmers or engineers than they pretend to be).

Lot has been said about the toxicity of developers´ platforms like Stack Overflow , where you can find examples of all kinds of people described above. Usually the experience is great, at least for me, but even they are aware of the problem with some kind of software developers.

I am not a very experienced developer but I always try to remember who I am, and who I was. For me, a developer is a perpetual learner and no one is dumb because he/ she doesn´t know how to difference an array from an object. I remember the days when I struggled with that. Also I remember the days I thought I was better than others just because I had a certain ease for something or I just had more experience. Fortunately I was young and life taught me to be humble.

A lot has been said algo about the (supposed) big ego of developers, and well, that is for me one of the biggest problems in the computing world, the big egos of some people with maybe advanced technical skills but a total lack of social and soft skills. And I am not only talking from the perspective of a new developer: Usually, the most rude and condescending people don’t know how to talk to a customer, they don´t know how to extract requirements the clients need, they don’t know how to work in a team. That is why many times their bosses are people, maybe not so tech-skilled but with many important skills they don´t have. I would definitely don’t want them in a team if I had to hire someone, or if I had to work with them.

For me, rude answers usually come from people who usually try to cover a lot of self esteem issues and should look for help, because trying to subjugate people in one field that you are good at, tells more from you than from that person you answer to, and is not good.

I see it simple: if you are in a community but don’t want to help, simply don´t answer. You are no one to tell anyone he/she is asking a dumb question. Even if he/she does, maybe is only a newbie, has a bad day, or yeah, maybe is a lazy one (this of course annoys most of us). But there are tons of ways to point things, and maybe he/she  realizes by him/herself  it was a dumb question with your kind help. Or maybe is a dumb question for you now as experienced user and you forgot the dumb questions you did at the beginning of your career.

Rude answers are not a way to make a community like Stack Overflow (or an office, or an start-up, or any place) more efficient, just make it more toxic; because when you do such, you are not trying to help, you are just trying to convince yourself that you are better than you internally think you are. Is like an answer in front of a mirror.

To conclude, I would recommend humility, because when you need help, they may treat you as you treat others.

 

Image by Clker-Free-Vector-Images found in Pixabay

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What have I learned?

3 cosas que he aprendido del libro “¡No digas eso en el trabajo!” de Michael Callaghan

book-cover-spanishIntroducción

En primer lugar, sí, soy el traductor de este libro; pero debo dejar claro no he recibido ni un solo céntimo por escribir este artículo y tampoco por la traducción del mismo, ya que es algo que me ofrecí a hacer voluntariamente tras ver cómo su lectura me ayudó en varias situaciones de mi vida diaria, y sin duda lo hará también en el plano profesional.

¿Cómo di con este libro? Bien, soy desarrollador web junior, y estaba buscando algo que me ayudase a encontrar mi primer trabajo en esta profesión: videos de youtube, libros… lo que fuera. Como pretendo especializarme in Javascript y sobre todo en Angular, fue así cómo en Amazon me encontré con los trabajos de Michael Callaghan , ya que es un experto con años de experiencia en dicho framework.  Rápidamente, además de los otros libros más técnicos, llamó mi atención la versión en inglés de “¡No digas eso en el trabajo!” .

No sabía si era exactamente lo que buscaba, pero siempre he sido consciente de haber cometido errores en mis anteriores trabajos que no me gustaría volver a repetir, especialmente siendo el del desarrollo web un campo en el que toda mi experiencia son proyectos propios, casi nunca para terceros; y dada la alta importancia de la inteligencia emocional  a la hora de obtener (y mantener) un trabajo, así como saber relacionarse con otros (sean clientes, jefes, compañeros del equipo…), me decidí a comprar este libro .

Lo que ahí encontré eran las vivencias de alguien con casi 30 años de experiencia en el entorno en el que yo quiero empezar a desenvolverme. ¿Cómo no tener curiosidad? ¿Cómo podían no serme útiles?

No tardé mucho tiempo en leerlo. Es un libro corto y ameno. Y tampoco pasó mucho tiempo para que pudiese aplicar algunas de las lecciones del libro y ver sus resultados…

Mantén la calma – controla tu temperamento

La primera vez sucedió en mi propio entorno familiar. Yo vivo con mi madre, la cual es bastante mayor y como es lógico, tiene problemas de salud y dolores que a veces hacen que la relación con ella y su carácter sean bastante difíciles. Se pasaba el día enfadada, por decirlo así. Eso hacía que las discusiones fueran cada vez mayores. Un día recordé una situación similar que Michael relata en su libro, en la que nos describe cómo pudo reconducir la relación con un jefe tóxico que se pasaba el día gritando a los empleados. La táctica de Mike –para la que tuvo que llenarse por supuesto de paciencia–, fue responder con palabras calmadas cada vez que su superior le gritaba o hablaba de malas formas. Le tomó un tiempo, pero esto hizo que poco a poco su jefe comenzase a reaccionar inconscientemente de un modo cada vez menos hostil; que comenzase a bajar sus defensas, por decirlo así, y empezara a interactuar sin gritos ni ataques.

Apliqué el mismo método en casa, y aunque efectivamente a veces sea difícil, puedo asegurar que el método funciona y las relaciones han mejorado considerablemente. Mi madre además se encuentra mejor incluso a nivel físico, porque está bastante demostrado cómo el estrés repercute en la salud física.

Sé amable – No desprecies a nadie

Otra de las situaciones ocurrió hace apenas dos semanas. Me encontraba teniendo que viajar en tren hacia una región bastante aislada de España en donde las vías de comunicaciones no son demasiado buenas. A las dos horas de viaje hubo una avería en el tren y tuvimos que ser trasladados primero en autobús por unas carreteras bastante sinuosas –haciendo que algunos pasajeros llegaran a marearse–. Además presenciamos un accidente en carretera y después tuvimos que tomar otro tren hacia nuestro destino final. Uno puede imaginar el estado de nerviosismo general tanto en el personal como en los viajeros. El ambiente estaba bastante cargado de negatividad.

En ese momento recordé otro de los pasajes de “¡No digas eso en el trabajo!” en el que Michael nos cuenta su odisea en un aeropuerto que estaba cancelando todos sus vuelos debido a una tormenta. La manera en que Mike resolvió el problema me dio las pautas a seguir: lo primero de todo, mantener la calma, e intentar no perder la sonrisa. Eso consiguió, por de pronto, que la zona del bus en que estaba sentado tuviera un ambiente, por decirlo así, más relajado. Donde otros farfullaban hablando sobre lo vergonzoso que era todo aquello, yo hacía bromas con otros viajeros por los conectores de USB del autobús, los cuales, para terminar de rematar la situación, no funcionaban. El hecho de sonreír a otros, de intentar hacerles más agradable el viaje y no tomárselo todo tan en serio, hizo que ese estado de ánimo de propagase al menos en los asientos contiguos al mío.

Pero como comenté antes, había algunos pasajeros  que se estaba mareando. Eso hizo que incluso una chica estuviese a punto de vomitar. ¡Y el personal no disponía ni siquiera de bolsas para el mareo!

Varias personas comenzaron a increpar al conductor, quejándose sobre la situación, la deficiencia del servicio y la falta de previsión de la empresa.

Yo, en vez de eso, tomé una bolsa en la que guardaba algunas cosas, la vacié y se la acerqué a esa chica. Por suerte la cosa no pasó a mayores, y creo que el simple hecho de intentar ayudarle, hizo que la chica se tranquilizara. Posiblemente en sus ganas de vomitar había más de nerviosismo que de mareo.

Al bajar del autobús, el conductor reclamó mi atención y tras darme las gracias, me preguntó si mi viaje era solo de ida. Le respondí que debía volver en unos días. Vi que comenzó a escribir algo en un papel y, tras firmarlo,  me extendió un bono para un viaje de vuelta gratuito, de nuevo dándome las gracias por haberle ahorrado una situación que podía haberse vuelto mucho más incómoda.

La situación es sorprendentemente parecida a la que describió Mike en su libro. De hecho diría que son cosas que suceden a menudo en cualquier parte del planeta; y su forma de resolverlo, desde luego, también suele funcionar a nivel global: intentar no ponerse nervioso, sentir empatía por los demás, y tratar de no empeorar la situación. Si es posible, por supuesto, proponerse hacer algo por mejorarla.

No hables tan rápido

Pero no quiero simplemente limitarme a contar mis experiencias. Quiero que lo veas por ti mism@ , así que te invitaré a participar en el experimento que Mike cuenta en otro capítulo  de su libro.

Quiero por favor que escuches estas tres locuciones, en las que el propio Michael lee un pasaje de la Constitución Norteamericana a diferentes velocidades.

https://www.youtube.com/watch?v=Pz7VZxsWmrw

https://www.youtube.com/watch?v=BfV3wCpLi1A

https://www.youtube.com/watch?v=6LfngWZI6Cg

Prueba a hacerlo tú mismo, solo o con otras personas, con un texto de tu elección.

¿Cómo te sientes tras acabar de leerlo a distintas velocidades? ¿Cuál te hace empaparte mejor del texto, comprenderlo mejor, y manejar mejor la situación o el contexto de lectura? ¿Qué te han transmitido las propias lecturas de Michael?

Puedes dejar en los comentarios tu experiencia, o incluso contactar con Mike en Twitter y hacérselo llegar a él.

Fue tras ver lo útil que me había sido este libro, tan solo unos pocos meses después de leerlo, por lo que me decidí a contactar a Mike y traducir su obra de forma gratuita para que nosotros los hispanohablantes también podamos beneficiarnos de sus consejos. No solo eso, sino que además me ha hecho plantearme una posible nueva opción profesional con la que no había contado hasta ahora, y que es ofrecer mis servicios al público como traductor. Ambos hemos salido ganando, y me gustaría que también lo hagáis vosotr@s.